Sentado en un bar

sábado, 21 de junio de 2008

Como dije en el post anterior hoy es mi cumpleaños. Han pasado veintidós desde que según los registros mis ojos saludaron por primera vez al mundo. Desde que me moví libre, desde que sentí independiente.

Quizás debería echar de menos esos momentos primeros. Pero la nostalgia no existe sin el recuerdo. Aún así puedo imaginar como fue. El placer, tras el dolor necesario, de sentir por primera vez todo. Hay drogas que te devuelven esa sensación y que yo he probado. Quizás por eso me es más fácil sustituir la memoria por una imagen figurada.

Desde entonces muchas horas. Muchas sensaciones que me han ido moldeando y envejeciendo sin casi darme cuenta. Y es ahora cuando la sensibilidad perdida me obliga a cambiar lo real por lo figurado. A hacer versos. Versos homenaje a lo que realmente se pierde para no volver.

Hoy pasaré el día en casa, frente a un libro de Derecho Procesal Penal que me narcotiza. Al final, abriré un par de cervezas y me imaginaré sentado en un bar. Un bar imagen de tantos otros bares que han ido pasando como bálsamo de noches perdidas. De días mutilados.

Envuelvo picadura en papel de regalo
para obsequiar mis pulmones con un respiro del aire
que filtrado en cien tráqueas ya a nada me sabe
ha perdido el olor a libertinaje del viento.
Por eso en el humo es donde mejor me siento
porque es denso y soy yo el primero en beberlo
y es opaco, azulado y rememora los incendios
que arrasaron por dentro hace ya mucho tiempo.
Recuerdos sepia sentados en trono blanco de fuego
me hablan de campos aún limpios del olor a la muerte
baladas de campanario en pueblos olvidados
con niños que aún corren por un mundo verde.
Apago, aterrado, el gastado cigarro
y las agujas del ahora empalan mis sentidos
inquietante dolor hecho de eclipses titánicos
trazados por luces temblorosas de pánico
entre cuerpos inertes de desconocidos.
El sabor tibio del whisky viaja impregnado
del gusto al café de aquellos desayunos
a tantas palabras entre cuerpos desnudos
que tenían sentido y ahora son un absurdo.
Si sábanas crujientes de nostalgia son refugio
si los crímenes se gestan entre colchones sucios
quizás sea valiente este permanente insomnio
dejar salir de vigías incontrolables demonios
armados del pasado con flechas de abandono
y vencerlos cual héroe esculpido en pan de oro.
Mochila de vida me equipa para muertes,
el tiempo, excesivo, nunca es suficiente
se acumula en la espalda y hacia atrás me retuerce
a ese joven con el valor tatuado en la frente
y con voz formada de cascabel de serpientes.
Mi filosofía era entonces la del negro felino
cruzarme casual con lo que me era venido
dejando regueros de mala suerte a mi paso,
ganando la fama de burlar los destinos
que a mi nombre cualquiera habría jurado.
Pero demasiadas heridas dibujan ya mi cuerpo
valles de pena que por la arteria fueron abiertos
me separan de todo y me dejan de lado
y todas esas cosas se van perdiendo a lo lejos
como coches en la retina de un perro abandonado.
En esa hora señalada en que de la mano de la noche
la inspiración cae a peso y de palabras hace broche
es entonces cuando caigo presa del ayer
y amo esa sonrisa que me cede el diablo
traída por la alegría del reír de una mujer
o arrastrada por el sonido de su llanto.
Me doy cuenta al final de que este mundo aséptico
en su eterno girar es como un robot perfecto
tritura en su engranaje todos los intentos
al final todos vamos marchando en silencio
abonando campos de cruces con epitafios necios
y es triste saber que tanto tiempo vivido
caerá postergado cuando nos hayamos ido
el alcohol es la sangre de noche y olvido
y esta noche, olvidado, bebo solo y sangro vacío.


Un abrazo a todos.

12 garabatos:

Anónimo dijo...

Chema, primero que nada Felicidades por el nuevo aniversario de tu nacimiento, y condolencias porque sea uno menos de los que te quedan, jeje, un chiste de humor negro pero acorde para una persona que escribe a esta hora de la madrugada (04:00 hs). Espero que la pases bien, que disfrutes pensando que todavía quedan muchos sueños por cumplir y vas bien, descubriendo en la palabra escrita tu mayor alegria.

A veces, la vida nos lleva como una escalera mecánica que no tiene fin.

Te mando un abrazo y un regalo sin papeles ni “Directivas de Retorno”:



ELLOS

Justo ahora que todo huele a hojas de bosque; ahora que es armonía; que por la ventana entra un vientito tan cálido y juguetón; que la noche está violeta y en cualquier momento caerá la lluvia; justo ahora, cuando éste minuto parecía eterno y me había olvidado de ellos por un instante…

Pero la carrera nunca termina. No se puede descansar. Las calles ya no son de chocolate, se han derretido y el Chapulín Colorado no nos salvará porque también sobre él han caído. Ellos ya han hecho su miserable trabajo y no hemos podido esquivar el pelotazo. Fue duro. De repente nos hicieron crecer, con la incertidumbre, con lo inevitable, con el –“No te pierdas”, -“No me perderé”. Pero era imposible no perderse, olvidar las promesas, morder el suelo y bañarse en llanto, llenarse el alma de amaneceres y miedos; luego despertar y ser los mismos, doblegados, casi vencidos. Pero rendirse siempre era una opción que nadie nos había dado. Tuvimos que bajar la cabeza, continuar.

Y mientras tanto ellos seguían allí, burlándose de nosotros. Enmascarados, tratando de persuadirnos, comprarnos, alquilarnos; queriendo llevarse nuestra identidad y nuestros pequeños sueños; planeando hacer de nosotros tristes objetos para usos varios: oficinistas de mate con edulcorante, padres de mal humor, esposos infieles, chantas, charlatanes, ciudadanos ejemplares…

En fin, los años nos persiguen. Será mejor no quedarnos quietos.

Chema dijo...

Pues muchas gracias Maximiliano.

Me ha gustado el relato. Y en especial la última sentencia da mucho que pensar.

Curiosamente al mirar hacia delante con la imaginación, vicio que me hace sentir casi tan pequeño como cuando hago uso del recuerdo (me gustaría estarme quieto en el presente), muchas veces me veo en Argentina. Quizás porque desde aquí da la sensación de que las batallas grandes se llevan en ese continente, o porque sus testimonios nos llegan directamente en nuestra lengua común, no lo sé.

Pero lo que si sé es que hay un puente entre esa tierra y la mía. Un puente que será cruzado muchas más veces de las que ya lo ha sido. Y ya no se pueden contar.

Ojalá llegue un día en que no haya dictadores adornados de arbusto. O mejor. Un día en que no haya posibilidades de dictar.

Pacuxo dijo...

yo no me siento con ganas de escribirte una elegía de lo ke solía ser mi talento literario convertido en viñetas asík solo te felicitaré,si tienes alguna queja súbete a casa a darme una colleja y si kieres te invito a tarta helada de cumpleaños XDDD

Chema dijo...

No entiendo, para qué coño quieres escribirme una elegía en mi cumpleaños? Que la escriba yo, vale. Pero no quieras hundirme, jajajaja.

Me subiría. Pero llevo toda la noche en vela y me toca dormir por la tarde. Sólo estoy esperando a la hora de la comida porque me caigo de la silla.

Muchas gracias por utilizar todos los medios internáuticos para felicitarme.
Un abrazo Pacuxo!

One Eyed Joe dijo...

Me gusta el poema... no tanto como mi favorito, pero me gusta.

No te vuelvo a felicitar que vas a acabar pensando que me caes bien o algo por el estilo y eso no es permisible... no no no.

Hoy cuando te abras esas cervezas piensa que yo tambien me estaré bebiendo unas y brindemos por tu cumpleaños... No te puedes emborrachar solo el dia de tu cumpleaños que trae mala suerte y es bastante deprimente.

Eva Torices dijo...

¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!

Ahora mismo, sábado a las 13:42, estoy pringando en la oficina atendiendo llamadas desesperadas (y no, no trabajo en el teléfono de la esperanza, es que toda España se muere por venir a la Expo) y tomándome una coca-cola en un vano intento por permanecer despierta, así que imagíname levantando el vaso de plástico y brindando por ti. Claro que preferiría estar bebiendo un buen vino en una copa de cristal y que el contexto fuera más favorable para un brindis de cumpleaños, pero no importa, porque nuevos escenarios heredan máscaras talladas de otros cuentos, así que te aseguro que este extravagante brindis con coca-cola en vaso de plástico en una oficina semidesierta de un barrio perdido de Zaragoza se concentra toda la alegría y brillo fulgurante de otras celebraciones mejores de otros cuentos :)

Un besazo.

Chema dijo...

No te preocupes, no tenía pensado emborracharme. Aunque dadas mis aptitudes para tal fin... es casi inevitable. Pero tómalo como un recurso literario. Para sentirte más tranquilo y eso.

Ya brindaremos de verdad, capitán. Un abrazo.

Chema dijo...

Muchísimas gracias, Lilith. No lo había visto.

Jajajaja, parece que al fin y al cabo va a terminar siendo un refrán. Me alegro que sirva para una felicitación así.

Brindo contigo por los cuentos y las herencias y el verano que comienza justo hoy!

Un besazo!

Ernesto Castro dijo...

¡FELICIDAD Y TURRÓN!

Chema dijo...

Gracias compañero

Anónimo dijo...

ahh pues amigo, he llegado a tiempo a saludarte. ¡¡¡Feliz cumpleaños!!!... ponte creativo estos 52 días que vienen que estarás en tu plenitud.
Un abrazo
Patricia

Chema dijo...

Muchísimas gracias!

Lo de los 52 días no sé por qué es. Pero te haré caso.

Un abrazo!

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