Si te callas

lunes, 23 de junio de 2008

Es curioso. Puedo escribir. Simplemente sujeto un boli bic y pongo un folio en blanco frente a mis ojos. O abro el procesador de textos. Depende. El resultado puede ser un cúmulo de tachones como una nube de tormenta de la que caen algunas gotas de tinta aprovechables. O minutos de escribo, corto, pego, borro, vuelvo a escribir y borro. Me levanto. Camino. Me miro en el espejo. Vuelvo. Y sigo.

Pero hubo un tiempo. No muy lejano. Para nada lejano. Simplemente mientras mis ojos se velaban mi mano dibujaba sola. Versos limpios y claros aparecían como si yo no hiciese nada. Sólo tenía que sostener una imagen. Sólo una.

No necesitaba nada más.

Figúrate que la miro y no sé cerrar los ojos
por el miedo a que al abrirlos no encontrarla
y hay veces que me mira y me evaporo en su mirada
y viajo entre los rayos de luz tibia proyectada
y mirando entonces veo que no existe otra coartada
que su imagen para no desvanecerme en una mancha
perfumada de aire, fuego y veneno color ámbar.
Como su iris, que mientras ella canta baila
y me embruja sin yo querer ni poder hacerle nada.
Estoy perdido, perdido porque ella mira mientras habla
lo que es bueno, porque para mi es tal que una férrea dama
que miro su boca y muero si no me dice nada
cada segundo una tortura cuando ella está callada
pero si habla es como si la luz fuese más clara.
Y es como si esa luz fuese tejiendo telarañas
que al nacer capturan gotas de su cruel y oscura gracia
y dibujando laberintos van formando una maraña
de realidades que juntas giran al compás de sus palabras.
Y hay veces que armado de mi ver como una espada
cabalgo por su cuerpo como si fuese a batallarla
cada palmo, y exhausto bebo de su piel de nuez moscada
mezclada con la miel que sus niñas me regalan.
Y es curioso, que en ocasiones sus manos me acorralan
en historias que mi mente les inventa a cada pausa,
a cada gesto, como si rebelde a mi cuerpo abandonara
y emprendiese en un código secreto una gran charla
con el suyo, y olvido entonces el sonido de su garla
y hechizado le pregunto: Fea, por qué callas?
Y ella ríe: Pero feo, si eres tu el que no me hablas!


Sé que puedo escribir cosas mejores. Pero sencillamente echo de menos que nazcan tan naturales. No tener que revisar nada.

3 garabatos:

Eva Torices dijo...

Ay, los dos versos finales son inmensamente tiernos, yo quiero que no me hablen así.

SHEREZADE dijo...

Se me olvido decirte, me encanta el diseno de tu blog!!!!!! mira a ver si me das recomendaciones, esta precioso

Chema dijo...

El diseño es una plantilla profesional importada de wordpress a blogger y liberada bajo creative commons. Hay muchas plantillas obra de auténticos artistas disponibles. Pero lo cierto es que tuve mucha suerte, fue amor a primera vista :)

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