Poemas de autobús

lunes, 15 de diciembre de 2008

Como cada mañana Chema viajaba sentado al lado de su amigo César. Y como cada mañana el autobús universitario se detuvo en la parada de Juan Flórez, en la que como cada mañana Verónica García subiría con el pelo revuelto de viento y los ojos azules enormes cubriéndole toda la cara.

César miró a su compañero para repetirle la frase que correspondía a la rutina aprendida en series interminables de mañanas como esa:

-Mira, mariquita, ahí está.

Chema, animal no de costumbres pero lo mismo acostumbrado no levantó la cabeza. Nunca lo hacía hasta que sentía la proximidad del infinito azul de Verónica García. Entonces sonreía y decía un hola siempre demasiado tímido. Y ella le respondía una ola casi siempre forzada en exceso. Pero esta vez bajó la mano, impulsiva pero segura hasta el bolsillo para extraer una de las tarjetas que adentro le bailaban.

¡Rash!

Arrancó una hoja y sin mirarla la tendío frente a su paso. Ella, demasiado aletargada para cuestionar cualquier acto la agarró y continuó con su mudez hacia la última fila.

-Mariquita, te acabas de cargar un libro. ¿Y qué coño es? Un libro de poesía. Dioooos, jajajajajaja. No puede ser, le has dado una poesía a esa chica. Tío, de verdad, no tiene ninguna pinta de importarle una mierda todo ese rollo de poeta que te gastas. A partir de ahora para ella eres un friki.

-Lo sé.

-¿Entonces por qué coño lo has hecho?

-Lo bonito de los gestos es que no sirvan para nada. Así, libre de pretensiones y utilidades, lo único que de ellos vale es el propio gesto. Y sólo entonces puede valer algo.

-Lo que tú digas, mariquita. Lo que tú digas.

Mientras tanto en la parte de atrás, Verónica desdobló el miembro mutilado del libro de Paul Celan con cierta curiosidad. Y leyó.

ELOGIO DE LA LEJANÍA

En la fuente de tus ojos
viven las redes de los pescadores de la mar del extravío.
En la fuente de tus ojos
el mar cumple su promesa.
Aquí arrojo yo,
un corazón que se detuvo entre los hombres,
mi ropa y el esplendor de un juramento:

Más negro en lo negro, más desnudo voy.
Sólo infidente soy fiel.
Yo soy tú si yo soy yo.

En la fuente de tus ojos
desvarar suelo y sueño un rapto.

Una red prendió una red:
nos separamos enlazados.

En la fuente de tus ojos
un ahorcado estrangula la soga.


Y al final del papel, en un garabato con prisa, la brevedad de una nota:

Ya me los sé de memoria

7 garabatos:

Meryone dijo...

lo bonito de los gestos es que no sirvan para nada...

me gusta

te doy la bienvenida yo también

por el francés no te preocupes. sí dejo muchos textos en muchas lenguas pero, siempre que encuentro traducción, dejo link

suele ser un blog multilingüe

saludos

ps. por cierto, tienes tremenda errata en el nombre del bueno de paul celan

Chema dijo...

Errata... ¿Qué errata? ¡Yo no veo ninguna errata! (disimula Chema xD)

Nooo, lo que pasa es que con Paul tengo confianza. Entre nosotros hay seudónimos, bromas privadas, y esas cosas.

Vale, cambiando de tema...

...

El francés escrito no me asusta tanto, así que tendrás que soportar mis intentos apresurados de traducción cochambrosa, que se derivarán en comentarios completamente desafortunados.

Otra bienvenida más, pero esta vez para ti :)

Anónimo dijo...

Chema que genial texto...

Me ha gustado la historia y eso de los gestos que ya te han mencionado...

Un final genial... con un poema de Celan...

Chido leerte

Saludos

Unknown dijo...

¡hola!
voy al grano: ¿verdad que "capítulo 93"? es por Rayuela? ¡es mi capítulo preferido!

otra cosa: ¿qué quieres decir con que va a cmino de ser lo mismo? no me quedó muy claro. Gracias por comentar, anyway :)

Anónimo dijo...

hola Chema... veo que después de la sequía de palabras estas muy prolífico ahora.
Saludos,

Spanishled dijo...

Jajajajaja, te iba a poner una sobrada, pero a lo mejor ''la chica de ojos azules que iluminan tu camino'' no te vuelve a hablar, por lo que he optado por no decir nada. No soy mucho de poemas, no conozco más poetas de los que me enseñaron en el colegio, pero éste mola.

Tío, que ganas de ver Heroes. Por cierto, me he enterado que sales el jueves. Me imagino que nos veremos. Yo el fin de semana no estoy, por lo que saldré este jueves. Tengo que pirarme con la selección gallega de rugby a Oporto a jugar contra la selección belga y la portuguesa. Todo un espectáculo con, seguramente, consecuencias catastróficas. Y con esto me refiero a ostias por todos los lados.

Bueno joven, sigue escribiendo, y disfruta de la vida.

Chema dijo...

Hey, no, no, has malinterpretado el texto. Lo de los nombres reales es sólo para darle morbo. Pensé que juntar las palabras Chema y universitario en un mismo párrafo dejaba bien claro que todo era una enorme paradoja espacio-temporal que trata de responder a la pregunta: Oye, ¿y eso de la poesía para qué sirve?

En cuanto a lo de los poetas es difícil. La mayoría de los poetas, incluso los más reconocidos, son mediocres (no se lo digas a nadie, es un secreto, aunque un secreto a voces). Pero es normal. Imagina qué sería la poesía si tantos pudiesen. La tinta es casi-gratis, y los poemas ocupan bien poco. Por cierto, Celan es el mejor, que ya es algo.

Y por último... estás mal informado. El viernes tengo un amago de examen. Igual voy. En plan turista, con cámara de fotos. Odio ese rollo oficial universitario. Pero tampoco voy a reírme del mundo.

Tu elegiste el rugby, Iván. Es tu camino y exige sacrificios. Uno de ellos es que ya nos veremos. Gracias por ser tan explícito.

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