En prosa

miércoles, 30 de diciembre de 2009


Me equivoqué al creer que la poesía no me dejaba ver el mundo. Me equivoqué al creer que el mundo no me dejaba ver la poesía. No alargaría los versos para tocarla, aunque me esperase en el margen derecho de todas mis páginas. Cerraría el cuaderno y soñaría con las cosas que la proximidad (en)vuelve inevitable. Aunque no las escriba.

Pero y si ella está siempre en el izquierdo.

Si todas mis líneas comienzan con la misma sílaba.

Y tengo que borrar.

Tantas veces que me quedo con ella aunque se vaya.



"I never loved you
and if I loved you
I wouldn’t say I’m sorry oh no
I stand outside under broken leaves"

SIGUE LEYENDO

la sombra que arrastras recordando

jueves, 24 de diciembre de 2009



un hombre, y digo un hombre
cualquiera,
camina hasta el margen de su historia, se asoma
monstruoso al borde de su sombra
-de todas las sombras, porque un hombre
se parece horriblemente al otro hombre-
empuja con los ojos hacia un parto
desde lejos sin madre ni comadrona,
llega al borde, nace a la soledad
más nítida y desdichada hacia donde
todos los abismos se retiran con secas
reverencias y ademanes, imagina flores
pisoteadas, se figura flores pisoteadas
por la lluvia, un horizonte
de lodo que se acerca, le besa
en la cara, le arrebata
la sangre mientras los engranajes
se resienten y tiritan y se astillan
bajo los huesos donde todos los relojes
se detienen aunque sigan
haciendo tic-tac y moviendo
sus ridículas manecillas en deshora

pero el hombre aproximado
al margen de su historia, aplastado
como el vaho en los cristales: una mancha
retirada poco a poco del vidrio sucio
de la vida, no vuelve a mirarse
la muñeca ni a confundir más extremos
con finales ni a temblar ni a encajar ya
nunca
en la definición de ciudadano respetable
de compañero de nadie
ni en ninguna.

SIGUE LEYENDO

Reflexiones de un poeta a punto de no morir

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La poesía existe, pero es escasa. Puedes interpretar cualquier frase como un verso perfecto y estará bien, cuántos errores cuesta un acierto al fin y al cabo. Te querrán porque eres guapo, porque eres gracioso, porque tus ojos, porque besas bien, porque haces sentir, porque tu piel, porque quién sabe. Nunca lo dudes: te querrán porque. Porque. Porque. Porque. Porque.

Porque guardas un ligero parecido con la miel. Ya te irán ellas tiñendo de amargo. Es el sabor de la experiencia y nunca se va de los labios. Pero es un sabor necesario.

Es tan escasa... ni siquiera los que leen y escriben poemas a diario conocen su secreto. Decir que duele y que duela son cosas incluso opuestas. A menudo la línea que separa la poesía de la prosa es muy fina. Y se parece al silencio.

Existe tanto... seguramente has descubierto ya dónde se encuentra, al fin y al cabo lees y escribes poemas a diario. Puedes seguir engañándote. Fingir está permitido en la constitución del silencio. Al final tendrás que rendirte. Te costará tiempo. El tiempo duele aunque digas que no duela. Pero créeme: está siempre de tu lado.

Bienvenido al asedio más bello de tu vida. Resiste muchacho, al fin y al cabo...

SIGUE LEYENDO

Podcast: Demasiado frío

martes, 20 de octubre de 2009




* (Poema borrado por motivos inconfesables)

SIGUE LEYENDO

Son ellos

miércoles, 30 de septiembre de 2009


Aunque nunca he visto a Dios
en tus meditadas formas
ni en el frágil desafío
de no mirarte a los ojos
aquella tarde
mientras tu blusa subía y bajaba
como una patria nómada
(como un exilio inútil)
supe que para hacerte
hubo un loco de por medio.

Y aquellos traidores
capaces de amar sinceramente
varias veces
sin otra pena que un par de marcas
de suicidio en la muñeca
de desesperación en la pupila
de cansancio en la sonrisa
pero aún sonrisa y pupila
y pulso en la muñeca
me parecieron héroes
de una mitología incomprensible.

Porque cuidadosamente
en un unísono impecable
mostramos nuestras credenciales
pequeñas cicatrices al principio
después yagas desbordadas
y más tarde
un pequeño apocalipsis susurrado
una calada indiferente a un cigarrillo
manchado de carmín
pero tan parecido al amor
como sólo puede serlo
la cólera.

"Son ellos los que deben temer"

"Son ellos los que deben temer"

"Son ellos los que deben temer"

Y uno al oído del otro
nos fuimos quedando dormidos
¿Adivinas dónde despertamos?

SIGUE LEYENDO

Muramos de hambre, traguemos sinhueso

lunes, 21 de septiembre de 2009

La revolución del idioma: el antidioma
Haces de partículas huecas
(Como corazones)

Olvida el mainstream y todo lo que no fosiliza
Dios es una palabra lejana
Una melodía que se nos olvida
Cada vez que intentamos recordarla

Una antipalabra cualquiera o
Partícula de Poesía Pura

La revolución del idioma: el antidioma
No poder pedir la barra de pan a Doña Aurora
Morirnos de hambre y de silencio

Haces de partículas huecas
Que al colisionar con las palabras
Las hacen desaparecer por completo

De todas las dimensiones y registros y lágrimas
Y promesas y contratos y declaraciones
De independencia y recuerdos y cuentos
Y demás estafas...

¿Cómo sería ese momento último del labio reseco?

Un instrumento de cuero viejo que mudo
Sólo sirviese para un terminal beso

Olvida el mainstream
Olvida el eco
Quiéreme con la verdad y con el hueso

No hay nada más allá del beso

SIGUE LEYENDO

Viernes de micro abierto en A Nena Pepita

sábado, 19 de septiembre de 2009


Empezaré estos versos con una confesión:
Estoy tullido
Noto claramente que cojeo

(Hubo un tiempo en que fui adicto a cualquier clase de poema)

Arrojo mi sombra con desprecio

Soy un indivíduo genial, joder, pero ni siquiera
Un indivíduo
Las mujeres son unas putas adorables
Pero sobre todo unos trozos de carne
Que no son la tuya

Arrojo mi sombra con desprecio
Rota como cualquier promesa
De habitación oscura
Tabiques y retales de tu sombra

(Hubo un tiempo en que habría escrito cualquier clase de poema)

Nuestro primer encuentro estuvo engastado en la violencia
Pero una violencia encantadora como un viajero
En busca de cobijo
Una ceremonia solemne
Un requiem a los gusanos y al cadáver
De todas las felicidades pequeñas
(Yo como un fantasmal poblado de felicidades)
La felicidad
Las ganas de besarte
Tus dedos dos encantadores gusanos
Hablando del accidente con un borracho el otro día

¿Y qué queda tras de ti?

Un mundo de adorables retretes repletos de putas adorables
Hendiendo su belleza en el corazón ajeno
Maquillando su fracaso y compartiendo drogadicciones

(Pero hoy solo podría haber escrito esta clase de poema)

Y hablar de aquellos tiempos
De niños masturbándose al unísono bajo cojines
Sabiendo que tu cuerpo es la única separación posible
Entre el onanismo y el sexo

Terminaré estos versos con una confesión:
Los versos son un bello maquillaje
El poema una drogadicción adorable
Para no matarte una a una
Y mientras ir huyendo
Cojo de ti
Ni siquiera un individuo
Hacia cualquier parte tullida de tus ojos

SIGUE LEYENDO

Un poema es una ventana hacia el infierno

martes, 15 de septiembre de 2009

* (Poema borrado por motivos inconfesables)

SIGUE LEYENDO

Viento de otoño y final

martes, 7 de abril de 2009

Un genio, un capricho, has sentido
alzarse la tarde como límite del cielo
el sol cayendo huero
un diablo filoso se fustiga entre las ramas
todo camina a lo lejos
es la crucifixión de lo invisible
se drenan las manos de Dios
y en el suelo apenas
una hoja alcanza a temblarse.


(Yo también sigo aquí, jadeando en la gran garganta oscura, o silenciosa, pero el tiempo del reconogimiento ha llegado a las palabras. Si hay otro Capítulo 93 será siempre otro, he comprendido que un antes y un después nunca se juntan. Confieso que sigo escribiendo, íntimo, de todos modos. Trabajo en una novela, fíjate tú, y descanso en un tranquilo poemario, de donde sale el amago en verso de arriba. Un beso a todos y gracias por vuestra atención. De todo corazón y para siempre)

(Que nadie se sorprenda si ahora me diese por seguir escribiendo aquí, me gusta llevarme la contraria)

SIGUE LEYENDO

De la naturaleza eterna del Amor

domingo, 22 de febrero de 2009

Recuerdo... tendría apenas diecisiete... que pasé una tarde entera disputando con mi abuelo de la naturaleza eterna del Amor. Disputando digo Diego, que yo hablaba y él escuchaba, pero la terquedad de su silencio por una vez no me inquietaba más que un poquito, pues mi voz era el fruto maduro de la perpetuación alevosa de una tesis.

Había leído largo, o cuanto menos ojeado, todo libro, poema o tratado de temática amorosa, dejando mientras sonar en la cadena del salón y contra el gusto de mi madre cientos de viejos cassettes hippies que había sustraído sin ningún tipo de violencia a mi prima segunda Susana. Incluso creo recordar haber pasado una mañana en la sala de diapositivas de la Biblioteca Municipal, rellenando un polvoriento proyector de imágenes amarillentas, posíblemente pertenecientes a cuadros y monumentos por el Amor inspirados.

No había pues en mi discurso una palabra abandonada al azar, ni un instrumento de la lógica del que yo no hiciera uso. Perfilé así durante horas la inevitable y forzosa conclusión: el Amor sólo es Amor cuando es eterno, y sólo existe un Amor, puesto que únicamente existe un para siempre.

Cuando al fin callé no pude evitar que una sonrisa de superioridad intelectual ocupase por entero mi cara. Los labios de mi abuelo apenas le dieron una réplica inacabada, mientras sus ojos escarbaban en el infinito, tratando de encontrar un punto de alivio a la carga de mi argumento. Finalmente habló. Lo hizo con una voz cansada, como si viniera de lejos:

Dicen que la furia muere joven, y en cambio los dragones son eternos. Y sin embargo, cuánto le temo yo a la furia, y qué poco a los dragones.

Creo que esa es, a grandes rasgos, la diferencia entre Kant y Nietzsche.

SIGUE LEYENDO