a nuevos cuerpos: dioses, estas empresas mías -pues vosotros los mutasteis-
aspirad, y, desde el primer origen del cosmos
hasta mis tiempos, perpetuo desarrollad mi poema.
(OVIDIO)
estamos contaminados
somos un invierno nuclear y amenazante, pequeño y aullador dentro de la garganta
una enfermedad llamada delirio
somos un cuchillo dentro de la garganta amenazándonos desde el interior, apremiándonos el grito
tenemos un poder vampírico infinito, podemos chuparlo todo, lamerlo todo, saborearlo todo
y nunca tendremos suficiente
porque tenemos la garganta dentro del cuchillo
porque somos aves aturdidas golpeando todas las paredes, queríamos cielo y nos dieron esta piel caustrofóbica y sudorosa, esta realidad antihigiénica que se nos contagia entre los labios
queríamos salir
ser animales, animales pequeños y terribles, hordas de animales microscópicos royendo nuestros contornos
no nos importan las heridas, tenemos un sentido de la estética misterioso
amamos los tatuajes, las cosas que perduran
los dolores que matan, hacer crujir las tablas de la cama
y sólo tenemos veinte años.