La poesía existe, pero es escasa. Puedes interpretar cualquier frase como un verso perfecto y estará bien, cuántos errores cuesta un acierto al fin y al cabo. Te querrán porque eres guapo, porque eres gracioso, porque tus ojos, porque besas bien, porque haces sentir, porque tu piel, porque quién sabe. Nunca lo dudes: te querrán porque. Porque. Porque. Porque. Porque.
Porque guardas un ligero parecido con la miel. Ya te irán ellas tiñendo de amargo. Es el sabor de la experiencia y nunca se va de los labios. Pero es un sabor necesario.
Es tan escasa... ni siquiera los que leen y escriben poemas a diario conocen su secreto. Decir que duele y que duela son cosas incluso opuestas. A menudo la línea que separa la poesía de la prosa es muy fina. Y se parece al silencio.
Existe tanto... seguramente has descubierto ya dónde se encuentra, al fin y al cabo lees y escribes poemas a diario. Puedes seguir engañándote. Fingir está permitido en la constitución del silencio. Al final tendrás que rendirte. Te costará tiempo. El tiempo duele aunque digas que no duela. Pero créeme: está siempre de tu lado.
Bienvenido al asedio más bello de tu vida. Resiste muchacho, al fin y al cabo...
Hace 22 horas