En 1945, Beckett regresó a Dublín por un breve período de tiempo. Durante su estancia, le sobrevino una "revelación" a través de la cual comprendió cuál debía ser la dirección literaria a tomar. Experiencia que sería más tarde literaturizada en la obra de teatro Krapp's Last Tape (La última cinta).
En dicha obra, el protagonista Krapp está escuchando una grabación realizada por el mismo tiempo atrás. En un momento dado oye su propia voz diciendo: «...veía claro, en fin, que la oscuridad que yo siempre había luchado encarnizadamente por ocultar era, en realidad, mi mayor...». Sin embargo, Krapp hace avanzar rápidamente la cinta antes de que el espectador escuche la frase completa.
Beckett confesaría más tarde a su biógrafo James Knowlson que la palabra perdida en la grabación es "aliado". Y que esta revelación estaba en gran parte inspirada por su relación con James Joyce (su mentor). Afirmó haber encarado la posibilidad de verse para siempre a la sombra de Joyce, con la seguridad de no poder vencerle nunca en su propio terreno.
Beckett decía haber comprendido que Joyce había llegado tan lejos como pudo en la dirección de un mayor conocimiento y del control de ese ingente material, "siempre estaba añadiendo cosas: no hay más que fijarse en las pruebas constantes que da de ello. Yo comprendí que mi camino, al contrario, era el empobrecimiento, la renuncia y emancipación del conocimiento; era restar más que sumar."»
Así Beckett rechazó el principio joyceano de que saber más era un método de entendimiento creativo y de control del mundo. De ahí en adelante su trabajó avanzó por la senda de lo elemental, del fracaso, el exilio y la pérdida; del hombre ignorante y desprendido. Según Radomir Konstantinovic, uno de sus amigos íntimos, el olvido era para Beckett lo que la memoria para Proust.
Fuente: Wikipedia
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