Viento de otoño y final

martes, 7 de abril de 2009

Un genio, un capricho, has sentido
alzarse la tarde como límite del cielo
el sol cayendo huero
un diablo filoso se fustiga entre las ramas
todo camina a lo lejos
es la crucifixión de lo invisible
se drenan las manos de Dios
y en el suelo apenas
una hoja alcanza a temblarse.


(Yo también sigo aquí, jadeando en la gran garganta oscura, o silenciosa, pero el tiempo del reconogimiento ha llegado a las palabras. Si hay otro Capítulo 93 será siempre otro, he comprendido que un antes y un después nunca se juntan. Confieso que sigo escribiendo, íntimo, de todos modos. Trabajo en una novela, fíjate tú, y descanso en un tranquilo poemario, de donde sale el amago en verso de arriba. Un beso a todos y gracias por vuestra atención. De todo corazón y para siempre)

(Que nadie se sorprenda si ahora me diese por seguir escribiendo aquí, me gusta llevarme la contraria)

SIGUE LEYENDO