Amor en XII actos. Acto VI: La segunda vez que se encontraron

miércoles, 17 de septiembre de 2008

La segunda vez que se encontraron, ya había caído junio, con el peso de los exámenes finales a su espalda. Los idealistas discutían sobre las causas de los huecos que iban creciendo entre los cuerpos que no hacía tanto se agolpaban unos contra otros en los pubs de moda de la ciudad. Sus teorías abarcaban un desproporcionado arco de posibilidades. La más comentada era que la licantropía hubiese mutado hasta lograr divorciarse de las fases lunares. En el fondo eran vagamente conscientes de la causa real, pero algo molestos porque junio hubiese aparecido de improviso y sin notificación previa, habían decidido ignorarlo.

La segunda vez que se encontraron era jueves noche, más concretamente en torno a las 2:57 am o 3:05 am., según se consulte una versión u otra. Este lapso de 8 minutos casi puede contenerse en una desincronización de relojes, aunque quizás se sintiese algo incómodo, porque 8 minutos pueden cambiar una vida y merecen el máximo respeto. Alguien puede encontrarse en un punto a las 2:57, permanecer en él tres minutos, hasta las 3:00 y tener tiempo en otros dos a girar la esquina y perderse, exactamente a las 3:02. Son 5 minutos, y quizás a las 3:03 habría llegado alguien con una rosa roja en el pelo que podría confundirse con una sonrisa o un "sígueme y nunca más vuelvas a perderme de vista". O quizás a las 3:05 habría llegado la muerte.

La segunda vez que se encontraron, y según la versión de las 3:05, Silvio habría estado esperando a la puerta del Tandem-Bar, seguramente a los idealistas. Lucía habría salido sola del local, y se habría detenido frente a él. Habrían estado charlando un rato. Según las palabras de la persona que les vio, ella parecía afligida por algún acontecimiento, mientras Silvio trataba de darle ánimos. Seguramente fracasaría, porque Silvio habría dejado la puerta del Tandem, acompañándola hasta girar la esquina, punto en el cual se perdieron a la vista del espectador. Sin embargo al cabo de un minuto, Lucía habría vuelto al Tandem. El testigo aseguró que llevaba bastante prisa, puesto que apenas acertó a saludarle al pasar, pese a que ambos acostumbraban a hacerlo con mayor afecto y énfasis.

La segunda vez que se encontraron, esta vez de acuerdo con la versión de las 2:57, ella estaría conversando con dos amigas a la puerta del Tandem-Bar. Por amigas podemos entender lobas sin arriesgar demasiado. Silvio se habría dispuesto a entrar en el local, y habría saludado a Lucía tímidamente. Ella se habría dado la vuelta y le habría devuelto el saludo, mucho más efusivo. Sospecho que esto no les parecería muy adecuado a las lobas, que saltarían instintivamente sobre la espalda de Lucía, ocasionándole quizás alguna que otra herida en la zona del orgullo. Silvio la habría defendido. El testigo no pudo escuchar exactamente qué se dijeron, pero según sus palabras Silvio estuvo muy certero, respondiendo a los gritos con expresiones sosegadas que generaron alguna que otra carcajada acompañada de varias miradas de asombro. Seguramente queriendo añadir espectacularidad a su testimonio sostuvo que el cuerpo de Lucía se fue aproximando lentamente contra el de Silvio, hasta contactar su busto contra la espalda de él. Fuese como fuese, algún tipo de gesto habría ocasionado que las dos lobas desistiesen en su acometida, y se marchasen visiblemente airadas. Silvio y Lucía habrían intercambiado algunas palabras. A continuación, Lucía habría entrado sola en el pub, mientras Silvio habría permanecido fuera dialogando amistosamente con unos amigos.

La segunda vez que se encontraron, parecería un encuentro casual a cualquier observador ignorante, entre dos viejos amigos, o entre dos conocidos distantes. Imaginaréis que Silvio repasó ese encuentro una y otra vez toda la noche, analizando desde el matiz rugoso o afilado de cada palabra hasta la dirección del viento que despeinaba el pelo de ella de forma que se diría que alguien con un ventilador en la mano se esforzase para que el vuelo de cada cabello fuese perfecto. No lo sé, ni siquiera sé si estuvo allí realmente. Dicen que aquella noche Saúl y Roy preguntaron reiteradamente sobre el paradero de Silvio. Y si ellos no sabían dónde estaba, dado que eran las personas con las que guardaba una relación más cercana, sospecho que nadie podrá revelar el misterio. Existe una versión que le situaría a las 7:03 de la mañana caminando de la mano de una chica, cuyo nombre no ha trascendido, por la zona del puerto deportivo.

La segunda vez que se encontraron, sin embargo, hubo algo no apreciable a simple vista. Porque al día siguiente, mientras Lucía almorzaba con sus padres, no pronunció palabra alguna, algo que les causó extrañeza, acostumbrados a escuchar reiteradamente hasta el más mínimo detalle de la rutina de su hija. Porque varios días después, Lucía reconocería a Vero, la única loba en la que confiaba realmente, que no podía quitarse de la cabeza esa segunda vez en que se encontró con Silvio. Así que sospecho que algo tuvo que suceder. Porque como decía al principio, ocho minutos constituyen un período de tiempo a tener en cuenta. Y quizás, conspirando entre los ocho, podrían desbordar una desincronización entre dos relojes distraídos.

5 garabatos:

Chema dijo...

Si el sentido de este acto no se entiende muy bien, podéis comentarlo e intentaré aclarar un poco las cosas.

No estoy muy seguro de haber logrado lo que me proponía.

Kate* dijo...

8 minutos precisos para balancear dos posiciones que permiten deducir complicaciones alternas.

Lo que algo no se sabe es qué pasó cuando desaparecieron, mucho mejor. Me gusta más la segunda versión, porque podría pensar que Silvio y Lucía navegaron por rumbos desconocidos, volviéndose parte de ellos, en esencia.

"Ninguno podía descifrar el por qué del encuentro, pero eso no importaba cuando el corazón de ambos lo deseaba. Ella rompe sus miedos cuando lo ve. Él intenta no titubear con el corazón".

Saludos.

ŁıĐįĄ ßãŌ dijo...

Ay Chema! no me digas esas cosas que me va a caer un peso pesado encima (o sea, mi blog) (y no peso pesado por calidad sino por PELMEZZZZZZZzZzZzZZ) U_U

Ya acabé de pasar textiflogs al blog!!! (= a ya no actualizaré tan continuamente jajaja).

Mucho cariño prosaico el del 93 últimamente!!
muakaaaaapulkos.

Bismark Estrada dijo...

Chema, vaya embrollo, vaya manejo del tiempo en el que nos metes, 8 minutos...

Y aun mantienes misterios y cosas por develar pero la esencia se mantiene intacta... la historia va...

Genial...

Saludos

Chema dijo...

Dejaré una pequeña explicación de mis intenciones con este acto, aún a pesar de que pretendía no hacerlo, para que cada uno interpretase el texto con libertad absoluta.

Cuántas veces escuchamos aquello de: Me dijeron que... Y al final formamos una opinión o idea sobre las cosas a partir de comentarios de terceros que saben por terceros que...

A partir de esa idea, pensé que no quería que el encuentro entre Silvio y Lucía fuese algo completamente cierto y exacto, sino algo borroso y por tanto real.

De modo que el texto trata de expresar que cualquier cosa fue posible. Es posible la versión de las 3:05 y la de las 2:57, pero también es posible que ambas versiones retraten una secuencia consecutiva, es posible que Silvio estuviese con Lucía a las 7, es posible que Silvio no estuviese en ninguno de los sitios, es posible que los testigos exageren, es posible cualquier cosa.

Mi intención era que no ocurriese nada, sugiriendo que todo pudo haber ocurrido aquella noche :)

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