Los derrotados

miércoles, 13 de agosto de 2008

Quizás debería escribir una oda
por los derrotados
                          los que
no giraron dos veces la llave
cuando todo contenían
                          y sin embargo
no saltaron el candado del odio
cuando se lo hubieron robado
                          los que
supieron conservar la dulzura
en sonrisas si había alegría
                          para después
anegados por dentro de llanto
de sal continuarlas forzando
                          los que
entendían la vida se esconde
entre los gestos sencillos
                          pero
no dudaron en prenderse fuego
porque valía la pena.
Sin ira
         ni rabia
                   ni venganza
ni condena
que les llevase como a otros
hacia la supuesta gloria
narrada en las estéticas crónicas
de la historia.
Pero con gesto sincero lo digo
no será necesario.
Mientras los victoriosos
figuran                 solos
                en
    estatuas y archivos
            nosotros
    cadáver con cadáver
nos besaremos de olvido.

¡Deja el primer garabato!

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